Semilleros en comunicación, espacios de crecimiento mutuo
El Departamento de Comunicación de la Universidad Eafit ofrece actividades extracurriculares para que sus estudiantes desarrollen, en su tiempo fuera de clase, actividades académicas en las que ellos eligen profundizar.
Por Carolina Buriticá y Ana María Cardona
cburiti2@eafit.edu.co y acardo26@eafit.edu.co
Actualmente hay cuatro semilleros, espacios de investigación y crecimiento en los que los alumnos investigan temas de su interés: Análisis de Medios, Narrativas Periodísticas, Investigación y Creación Sonora, Semillero de Lenguaje y Narrativas Periodísticas.
Alejandra Lopera, profesora de radio de la universidad y directora del Semillero de Investigación y Creación Sonora habla sobre el trabajo que se lleva a cabo en este grupo, el cual ha tenido un crecimiento acelerado en el último año a causa de la variedad de programas e investigaciones que en él se encuentran. Lopera explica las líneas de énfasis que existen en este semillero, cómo los estudiantes se han motivado para ingresar y los diferentes productos en los que han trabajado y son ahora una realidad.
¿Cuáles son las líneas de estudio que se están llevando a cabo en el Semillero de Investigación y Creación Sonora?
En el 2015 el proyecto del Semillero de Investigación Sonora empezó a coger más fuerza debido a la cantidad de personas que querían ser parte del programa. Por esto dividimos el semillero en tres líneas de trabajo: Sociocultura de la Moda, Lenguas Nativas (Cosmogonías) y Ficción Sonora. Las ideas salieron después de preguntarle a los estudiantes por sus intereses.
Los que escogieron Sociocultura de la Moda son los que se encuentran haciendo una investigación acerca del denim. Su objetivo es investigar cómo algo tan visual como la moda puede explicarse a través de los sonidos y la radio, por medio de su programa llamado Sociedad Indigo.
Existe también el Semillero de Narrativas Periodísticas, que coordina el profesor Juan Gonzalo Betancur, en el que se desarrolla un proyecto de investigación de las lenguas nativas colombianas. El aporte de nuestro semillero fueron las entrevistas a miembros de comunidades indígenas colombianas. Lo que buscábamos era grabar frases en su lengua nativa y así crear proyectos sonoros tipo crónica o reportaje. En este momento existe una página web en la que nosotros hacemos estos aportes por medio de podcasts. Les dimos el nombre de Cosmogonías.
La tercera es la línea de Ficción Sonora, en la que la mayoría de integrantes son de segundo semestre, chicos muy animados con la música y la creación. Nos encontramos ahora trabajando con un texto de W. W. Jacobs que se llama La Pata de Mono. La idea es dramatizarlo.
¿Cómo planean investigar en la línea de Ficción Sonora?
Hace poco hablamos con una actriz que nos enseña a cambiar nuestras voces. También queremos hablar con un ingeniero de sonido para ayudarnos a construir nuestra tabla de efectos. De igual forma, nos gustaría hablar con algún profesor de la universidad que tenga experiencia con guiones y consolidar nuestro sueño: hacer una presentación de radioteatro en un auditorio, en la que la actuación sólo sea por medio de voces y sonidos.
¿Cómo ha sido la respuesta de los estudiantes?
¡Yo estoy feliz! porque lo habíamos intentado muchas veces y no había una respuesta tan positiva con los estudiantes en comparación con este año. Por fin se está materializando este entusiasmo en productos reales. Con el compromiso de la gente, cada vez más hay estudiantes que se nos quieren unir.
¿Cuántas personas conforman el semillero?
En la línea de lenguas nativas son cinco personas. En la de denim, tres, y en la línea de ficción sonora, que es la más grande, diez.
Los semilleros benefician a los estudiantes en su aprendizaje y hoja de vida. ¿Qué beneficio tienen estos semilleros para la universidad?
Estos proyectos hacen que los estudiantes salgan de las aulas y trabajen en productos periodísticos más allá de los temas que se tratan en las clases. La idea es que los semilleros, en el futuro, los manejen también los estudiantes.
Los semilleros son, a su vez, un reto para la Universidad, para ofrecer otras alternativas de formación y crecer en el sentido académico. El desafío es también para los profesores, que se tendrán que estar preparando muchísimo más.