Propaganda ilegal hasta en el baño
Hacer publicidad política está prohibido el día de las elecciones, según la ley 163 de 1994. Sin embargo, algunos seguidores hicieron caso omiso y se instalaron en diferentes puntos de la ciudad, incluso dentro de los centros de votación, para repartirla.
Por Elisa Fernández Toro
efernan1@eafit.edu.co
Nadie se salva: ni los que dicen ser transparentes ni los que luchan contra la corrupción, ni los que tienen la fanaticada más radical. Desde vallas, pasacalles, volantes y tarjetas hasta camisetas y peloticas inflables… Medellín fue víctima de propaganda ilegal en las calles, en las porterías de los centros de votación, en las mismas urnas y hasta en los baños.
Frente a la Universidad EAFIT, por ejemplo, funcionarios de la Alcaldía tuvieron que quitar seis vallas de diferentes candidatos, instaladas en las horas de la madrugada. Este es uno de los grandes centros electorales en el sur de la ciudad de Medellín.
Además, dos de ellos afirmaron ser víctimas de agresiones verbales por denunciar a quienes repartieron la propaganda: “Nos tomaron fotos, nos dijeron que nos van a denunciar por calumnia. Una señora, cuando la filmamos, nos dijo que no sabíamos con quién nos metíamos”.
Los miembros de la Policía son los únicos funcionarios autorizados para decomisar cualquier tipo de volantes, pero el personal de la Alcaldía se quejó por el poco apoyo de los uniformados, pues no fueron suficientes los agentes que estuvieron pendientes de este tema en esta sede electoral. En otros lugares, los policías sí fueron suficientes.
Amonestados pero no detenidos
Junto a los papeles publicitarios, un policía asignado al Inem José Félix de Restrepo tuvo que decomisar varias camisetas con logotipos y frases alusivas a una campaña: habían incautado 800 volantes y eran apenas las 12 del día.
Las prendas se devolvieron cuando los votantes abandonaron el lugar, pero los papeles terminaron en la basura. Un subteniente que vigilaba la transparencia electoral en este sitio de votación aseguró que quienes reparten propaganda ilegal pueden ser únicamente sancionados con un comparendo, mas no encarcelados, y que el material decomisado se entrega directamente a la Registraduría Nacional.
Problema generalizado
En esta misma zona, desde el Politécnico Jaime Isaza Cadavid hasta La Aguacatala, numerosos votantes aseguraron haber visto grupos de personas repartiendo volantes de diferentes candidatos.
“Mientras caminaba del carro al puesto de votación vi a dos grupos de personas repartiendo publicidad”, denunció Manuela Bernal, una joven que votaba en este lugar. Mariana Cano, estudiante de EAFIT, recibió tarjetas de cuatro candidatos diferentes en el trayecto del puente de la 4 Sur a la portería de la Universidad EAFIT, es decir, unos 200 metros: “Me entregaban los volantes y me decían que los apoyara”.
En el otro de la ciudad, en el Instituto Educativo Concejo de Medellín, situado en el barrio La Floresta, también se reportaron casos de propaganda política. Uno de los funcionarios de la Alcaldía que vigilaba esta zona aseguró haber denunciado a la Policía este tipo de hechos: “Incluso hubo uno que cuando me vio se puso a correr y dejó caer los volantes que traía”.
Denuncias por todas partes
Diferentes medios publicaron denuncias de propaganda ilegal. El periódico El Colombiano hizo un registro del minuto a minuto de las elecciones, en el que los ciudadanos anunciaron por la red social Twitter las irregularidades. En ese medio se reportaron casos de propaganda ilegal en la sede del Colegio Palermo en El Poblado, en el Colegio Agustiniano San Nicolás en Aranjuez y en el Instituto Europeo Francisco Miranda, entre otros.
Hasta las tres de la tarde se habían registrado más de 10.000 volantes decomisados en Medellín, según informó Caracol Radio.
La Misión de Observación electoral publicó una encuesta a nivel nacional en la que el 25 % de los encuestados aseguró haber visto jueces de votación con publicidad y el 38 % afirmó haber sido testigo de propaganda electoral.
Los partidos, los candidatos y los seguidores aprovecharon hasta el último minuto para hacer campaña, para persuadir y para asegurar votos a su favor.
