Pasiones conjuntas, maravillosos desenlaces
Constanza Portnoy es una psicóloga y fotógrafa argentina. Se inició en la fotografía de manera empírica, tomando fotos de su familia, amigos y vida diaria.
Posteriormente, se dio cuenta de que mediante la fotografía podía llegar a comunicar aspectos del mundo que se dejan de lado, como las injusticias que viven las personas con discapacidades o cuando se vulneran los derechos de cualquier individuo.
Este año, gracias a su trabajo “Fuerza de vida, lo que salva el amor”, fue ganadora de la beca OXFAM-FNPI, que le permitió continuar narrando lo que ocurre en las entrañas de nuestra sociedad.
Por María José Henao Duque – mjhenaod@eafit.edu.co
El estilo de Constanza se caracteriza por el uso de la escala de grises, pero de vez en cuando algunas de sus imágenes poseen una chispa de color. En su portafolio web y en sus redes sociales comparte algunos de sus trabajos, mostrando colores, individuos e historias.
Además de la beca, ha obtenido una considerable cantidad de reconocimientos, que dejan en evidencia su labor y su pasión al contar historias, como el primer lugar en el International Women Photographers Award de Francia y primer lugar en el Festival Perugia Social Photofest de Italia.
Además, obtuvo la Beca Enrique Algarra del Photofestival de España, el premio a la Fotógrafa del Año de los Tokyo Foto Awards y el Premio de Oro en la categoría Gente / Familia en el IPA en España.
En el reciente Festival García Márquez de Periodismo, Portnoy accedió a responderle a Bitácora una serie de preguntas sobre sí misma y sobre su trabajo.
¿Qué detonó su gusto por la fotografía?
«Fueron varias cosas. La primera, es que yo como psicóloga estaba trabajando en hospitales neuro-psiquiátricos para niños, donde los tratamientos eran exclusivamente farmacológicos, entonces, empecé a investigar nuevos tratamientos de arte terapia dentro de los dispositivos terapéuticos.
Es ahí donde descubro la fotografía y la utilicé para mí, después vino el fotoperiodismo, donde por mi ideología necesitaba comunicar toda la situación de crisis social y política que atravesaba mi país. Hoy en día mi trabajo se basa en la articulación de la psicología y la fotografía».
¿Cuál es el aspecto que más disfruta de su trabajo?
«Como psicóloga debo tener una constancia permanente y un compromiso con respecto a los tratamientos de los pacientes, debido a que trato problemáticas que no son sencillas, como niños con discapacidades.
Entonces, cuando se empiezan a ver cambios positivos es simplemente maravilloso».
Como fotógrafa me encanta la posibilidad y las herramientas que da la fotografía para comunicar y llegar a una audiencia, haciendo visible ciertas problemáticas.
De todos los premios y reconocimientos que ha obtenido, ¿cuál ha sido el que más emoción le ha causado?
«Definitivamente la beca OXFAM. Cuando me enteré no podía creer que me habían elegido a mí, debido a que entré con un portafolio que quizás era más tradicional y lo que ellos pedían era una cuestión más de género. Para mí este reconocimiento es alucinante, porque me da apoyo editorial que es lo que necesitamos los fotógrafos freelance».
Si no hubiese estudiado psicología, ¿por cual otra profesión se hubiese inclinado?
«Creo que por la sociología, siempre algo que tuviera que ver con la sociedad y las humanidades».
¿Tiene alguna filosofía de vida?
«Siempre pensar en positivo, creer en tus proyectos y deseos y, por último, nunca violar tus convicciones».