La universidad no es solo ir a clases_240216

La universidad no es solo para ir a clases

Las representantes estudiantiles de Comunicación Social  hablan de su labor y de la importancia de estimular una mayor participación, por parte de los alumnos, en los diferentes eventos extracurriculares que ofrece la universidad.

Por Santiago Jaramillo
jaramillo.santo@gmail.com

Levantarse, comer, arreglarse, ir a la universidad. Aguantar las tantas horas de clase y de vuelta a la almohada. El deber ser de los siguientes 79 días, ¿verdad? “No”, responderían María Isabel Mesa, Valentina Bustamante, Susana Galvis y Daniela Cepeda, representantes estudiantiles del pregrado en Comunicación Social de Eafit.

Las representantes, elegidas en el segundo semestre de 2015, son las encargadas de escuchar a los estudiantes sobre lo que tengan que decir acerca del pregrado, los profesores, el pénsum y las instalaciones de la universidad.  Para ello, su tarea principal es organizar las asambleas de carrera, un evento en el que los estudiantes de cada pregrado se reúnen con sus representantes para dar sugerencias y debatir sobre diferentes situaciones, intereses y necesidades.

Sin embargo, reconocen su preocupación por  una problemática que se ha venido repitiendo incluso antes de que asumieran el cargo: “Mucha gente es apática para asistir a estos eventos”, dice Valentina. “A la Asamblea de Carrera del semestre pasado fueron más o menos 35 personas. Eso nosotras lo consideramos como mucha gente, pero en realidad, comparado con el total de estudiantes en la carrera, son muy pocas personas”.

“A la Asamblea de Carrera del semestre pasado fueron más o menos 35 personas. Eso nosotras lo consideramos como mucha gente, pero en realidad, comparado con el total de estudiantes en la carrera, son muy pocas personas”.

 

 

Precisan que esta recurrencia no solo le resta sentido a celebrar una asamblea. La falta de personas también limita su capacidad de actuar a favor de las peticiones de quienes participen.

Por ejemplo, cuenta María Isabel: “Si el umbral eran 21 personas, venían los 21 exactos. Si el umbral era 23, llegaban 20 y había que esperar 10 minutos más y pedirles a los que estaban que llamaran gente. Eso es un problema, porque si el umbral no se cumple, la asamblea es solo informativa. Si allí nos dicen que tienen un problema con un profesor, no podemos actuar porque no está el umbral».

La situación se extiende hacia las otras actividades fuera de las asambleas de carrera. Sobre las anteriores elecciones a representantes, cuentan que la participación fue precaria, y este “es un problema generalizado en la universidad”. Relata Susana que Administración de Negocios, una de las carreras más grandes de Eafit, no logró cumplir el quórum y, por tanto, quedaron sin representantes. En Comunicación Social “cumplimos el quórum por una persona o dos”.

“Para nosotras es muy importante que la gente se involucre en la universidad”, interviene Valentina. “Que no vengan solo por venir a las clases y ya, sino que les interese la carrera y que quieran que ella crezca. Ir a la asamblea es importante para que mejore, para poder trabajar en eso que está faltando”.

“Para nosotras es muy importante que la gente se involucre en la universidad. Que no vengan solo por venir a las clases y ya, sino que les interese la carrera y que quieran que ella crezca. Ir a la asamblea es importante para que mejore, para poder trabajar en eso que está faltando”.

 

 

Añaden las representantes que ocurre lo mismo si se trata de los eventos realizados por la universidad. Según María Isabel, “la gente va a las conferencias y a los eventos de los Días de la Comunicación. ¿Pero qué pasa? Que uno se da cuenta que es la misma gente”. Cuenta que ya son capaces de reconocer sus caras y los conocen: son los integrantes de los semilleros de investigación, de los grupos estudiantiles o los que acostumbran asistir a la mayoría de las conferencias.  Admiten que es una situación de cuidado, pues la idea es que otras personas también asistan a estos eventos.

“Deberían aprovecharlos –sugiere Daniela-, son oportunidades que nos da la universidad para seguir aprendiendo y no quedarnos solo con lo que nos dan las clases. En ellas se adquieren conocimientos de personas que no se ven todos los días, de personas con gran experiencia en muchas áreas diferentes”.

 

¿Cómo impulsar la participación?

El desinterés, la pereza y el olvido son, para las representantes estudiantiles, las razones principales de la poca asistencia a los eventos. Para combatirlas, Susana cuenta que tanto ellas como los profesores han asumido la labor de incentivar a los estudiantes para que se involucren en estas actividades, con acciones como que se les permita usar el tiempo de clase para asistir a las conferencias y a las asambleas, o diseñar mejores anuncios para  despertar su interés.

“Nosotras lo que queremos es hacerlos conscientes de que esto les va a servir, que lo hagan por ellos mismos, no por hacer un trabajo o porque haya mucha gente en el auditorio”, dice María Isabel.  Considera muy triste que muchas personas se pierdan de un evento que les guste porque ya terminaron sus clases antes de la hora de inicio y les dé pereza asistir. Piensa que así desaprovechan la oportunidad de enriquecer sus conocimientos o de tener un rato divertido.

“Nosotras lo que queremos es hacerlos conscientes de que esto les va a servir, que lo hagan por ellos mismos, no por hacer un trabajo o porque haya mucha gente en el auditorio”

 

 

“Aquí se hacen muchas conferencias, muchos conciertos, muchos eventos culturales que nos sirven para innovar, para realizar proyectos y para conocer a personas de otras carreras… no se dejen llevar por la pereza, quédense o hagan el viaje, porque vale la pena”, insiste la representante.

“Con las asambleas pueden ayudar a que la carrera mejore –prosiguen Valentina y Daniela-.  Si hay ciertas falencias que los profesores no ven, es importante decirlas para poder cubrirlas. Si se quiere un cambio, hay que hacer cosas por ese cambio y una de ellas es participar”.

Otras labores de los representantes estudiantiles

“Escuchamos sus quejas y lo que tengan que decir en la asamblea y luego nos comunicamos directamente con el jefe de carrera para empezar a solucionarlas”, dice Susana. “Por ejemplo, en anteriores asambleas se quejaban mucho de que unas materias tuvieran un solo profesor. En este momento estas materias ya tienen tres. Queremos que los estudiantes estén más cómodos con su experiencia universitaria”.

Su labor no se reduce solo a la organización de la asamblea:

“Nosotras somos el puente de comunicación, pero a lo largo del semestre también pueden acudir a nosotras.” explica María Isabel. “Siempre estamos trabajando de la mano del jefe para los planes que él tenga en pro de la carrera. El representante puede, por ejemplo, ayudarles si les cambiaron el horario que habían seleccionado y si necesitan que les expliquen las diferencias entre electivas y electivas complementarias”.

Son muchas las actividades que realizan estos estudiantes, que siempre trabajan en pro del mejoramiento de las carreras y de sus compañeros. Una de las principales es encontrar formas de participación cada vez mayor en toda la oferta académica y cultural de la universidad, ya que, como afirman, la vida universitaria es mucho más que asistir a las clases.

La oficina de representantes estudianteles se encuentra en el quinto piso del bloque 29 del campus de Las Vegas. También es posible escribirles.

Correos institucionales:

Páginas en Facebook, Twitter e Instagram:

Comentarios