La masacre de Pozzetto: más que un día de furia
Regresó luego de la guerra pero no comenzó de nuevo: se aferró a sus recuerdos de Vietnam, los combates, a ese conflicto que añoraba.
Campo Elías Delgado, exsoldado a quien la sociedad convirtió en un ser aislado y solitario, ejecutó hace 27 años una cruel matanza en un lujoso restaurante del norte de Bogotá.
Por Geraldín Quintero Gallego
gquinte8@eafit.edu.co
En 2002, el escritor colombiano Mario Mendoza publicó Satanás, una novela que reconstruye la historia de Delgado y que alcanzó gran éxito de ventas y varios premios internacionales de literatura. Mendoza conoció a Campo Elías en la Universidad Javeriana de Bogotá, cuando era estudiante de literatura, y sostuvieron una amistad a partir de esta. Incluso conversó con él unas cuantas horas antes de la masacre de Pozzetto, una pizzería ubicada en el norte de esa ciudad.
En 2006 el productor de cine colombiano Rodrigo Guerrero y el director Andi Baiz hicieron la adaptación al cine de dicha novela, que buscaba reconstruir el caso en un contexto de soledad urbana en el mundo moderno para dar luces sobre las motivaciones y ansiedades de Campo Elías Delgado.
Demian Alcázar interpretó a un personaje llamado Eliseo, el cual alude al ejecutor de la masacre de Pozzetto. Otras historias reales pero ocurridas en tiempos diferentes y conocidas por Mario Mendoza fueron añadidas a esta película, con el fin de hacer converger a los personajes en el momento más crucial de sus vidas.
Campo Elías nació el 24 de junio de 1934 en Chinácota (Norte de Santander). En 1970 fue reclutado durante la guerra de Vietnam en donde estuvo presente en dos oportunidades. Fue ingeniero electrónico, parte de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos y de las Fuerzas Especiales del Ejército de ese país. Además, se distinguió por tener la más fina puntería en todo el pelotón.
Algunos de sus conocidos reportaron que después de su experiencia en la guerra se volvió antisocial y amargado, un refugiado en las calles de New York que tras luchar con un ladrón regresó a Bogotá. Su sueño era convertirse en un gran escritor.
Luego de su regreso como héroe de la guerra vietnamita, Delgado se dedicó a dar clases privadas de inglés y a desarrollar estudios superiores en la Universidad Javeriana.
Este hombre era incapaz de desarrollar relaciones o amistades con otras personas y culpaba a su madre del suicidio de su padre. Según otras versiones, su padre la golpeaba y les daba mala vida. En una ocasión tomó un revólver y poniéndoselo en la boca le dijo al pequeño Elías: “¡No me mire!, ¡No me mire!”, en ese momento se suicidó.
El clímax de este cuadro de soledad social, de ausencia de un padre, del rechazo a la mujer por ver en esta la figura materna (que tanto odiaba), de los paradójicos sentimientos que tenía ante las clases sociales -pues se mostraba incompasivo con los más débiles y, a la vez, no soportaba a los ricos prepotentes de su época- y del menosprecio que sentía de cada persona a su alrededor, culminó con la matanza del 4 de diciembre de 1986 y el asesinato de su propia madre horas antes.
El drama del filme
Eliseo representa la última etapa de la vida de este individuo a quien la gente cataloga como un ser tan perverso que llegó hasta el punto de cometer una de las masacres más grandes en la historia, hecha por un solo hombre en un día.
Todo comienza con el caso Alicia, una mujer que antes de asesinar a sus tres hijos por no tener qué darles de comer, acude ante Ernesto, el sacerdote del barrio (La Candelaria) para pedirle algún consejo. Él, por su parte, le ofrece ayuda, pero esta no basta para evitar que ella optara por terminar con la vida de sus hijos.
Por otro lado está Eliseo, un hombre que vive aún con su madre, es profesor privado de inglés, jugador de ajedrez y frecuente lector. Es un tipo solitario, pasa leyendo gran parte del tiempo en su cuarto o en las bibliotecas.
La relación con su madre es bastante conflictiva, él es quien impone y manda. Su madre pareciera temerle y demuestra a veces una actitud sumisa frente a sus órdenes. Sin embargo, es ella la principal promotora de la frustración de su hijo, le llama perdedor y fracasado.
Paola es una atractiva mujer que pasa de ser una vendedora de tintos y aromáticas en la plaza a ser una engañadora de hombres en discotecas finas de la ciudad. En cierta ocasión la violan dos hombres luego de tomar un taxi para irse a su casa. En venganza, ella los manda a matar y se retira del negocio en el que está metida. Poco después se dedica a ser mesera en un lujoso restaurante italiano de Bogotá llamado Pozzetto.
El sacerdote conoce a Eliseo en la iglesia, lugar a donde este último acude en busca de alguna paz perdida que tal vez creyó encontrar ahí por un momento. Allí, ante la insistencia del cura, le confiesa que se siente solo y que no soporta la banalidad y prepotencia de las personas. Luego de escucharlo, el religioso le da su número telefónico con la intención de brindarle alguna ayuda espiritual cuando la necesitara.
No obstante, este sacerdote no da buen testimonio de su fe, poco a poco se iba alejando de los mandatos de la iglesia cometiendo actos “impuros”, según su doctrina. Ya comenzaba a tener encuentros clandestinos con una servidora de la parroquia llamada Irene.
Las vidas de estos tres personajes pronto concurrirían de una manera fatal. Eliseo se convertiría en un ángel exterminador y arrasaría con todo aquello que se cruzara por su camino. En esa escena mostraría su doble personalidad: la de un asesino o la del mismo Satanás.
“No somos una sola persona, sino varias”, le dijo una vez Natalia, su alumna preferida, luego de ahondar un poco sobre un libro que él le había obsequiado. Se cree que esa obra, El extraño caso del Dr. Jekill y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson, fue de gran influencia para que Campo Elías llevara a cabo los planes de la matanza.
En días anteriores, Eliseo había tenido eventos que le hicieron sentir más desprecio por la vida humana: cuando invitó a una joven a almorzar pero esta prefirió irse del lugar por no ser de su agrado; cuando vio que un chofer de autobús no quiso dar cambio a una mujer que no tenía dinero suelto; cuando su vecina aún insistía en la colecta para los desplazados, y cuando su madre le recalcaba que era un perdedor.
Eliseo venía de una guerra ya concluida, pero que en su interior no había terminado, aún se aferraba a ella, era un conflicto interno que vivía cada día consigo mismo.
“Llegó el fin del mundo”, dice luego de hacer una llamada. Eliseo resuelve ejecutar sus planes para ese día, el 4 de diciembre de 1986. Primero se dirige a la casa de su estudiante de inglés, donde mata a esta y a su madre. Después asesina a su propia madre e incendia el cuerpo junto con todo el departamento. Al rato mata a su vecina y a todos los que se encuentran a su paso.
En seguida toma dirección al restaurante Pozzetto donde, luego de pedir una costosa cena y pagar la cuenta, prepara su revólver y las 500 balas que había comprado. Una vez sale del baño saca el arma y mata con puntería certera a todos los comensales del restaurante, asimismo al exsacerdote Ernesto y a Irene, que se encontraban en el lugar celebrando sus nuevas vidas. Su último balazo lo dirige a Paola antes de la llegada de la policía.