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Expectativa vs realidad: cómo ser exitoso en un proyecto audiovisual

Sebastián Semproni y Florencia Corona son coordinadores de producción de proyectos audiovisuales. Conocen la diferencia entre lo que se espera de un producto y lo que se obtiene al final del proceso. Ellos compartieron con los asistentes al FIS-MED, consejos para lograr que un proyecto salga bien.

Por Sofía Pérez A – spereza5@eafit.edu.co

A la hora de realizar un proyecto audiovisual, se suele tener una idea en mente, pero el resultado casi nunca es como se imaginó. Algo siempre sale mal: el presupuesto no es suficiente, alguien abandona antes de terminar o el software se convierte en el peor enemigo del equipo. Es por eso que es importante planear el proceso antes de emprender la acción.

Sebastián Semproni, un productor y animador en 3D, y Florencia Corona, coordinadora de producción de diferentes proyectos audiovisuales, son una pareja argentina que tiene bastante experiencia con las producciones audiovisuales. Conocen la diferencia entre la expectativa y la realidad. Durante el FIS-MED aconsejaron a los asistentes sobre el tema desde su propia experiencia como realizadores.

El mundo no termina nunca para los realizadores. Para Florencia, lo más importante es no limitarse, “mucho menos ahora que existen tantas herramientas y es posible ir a trabajar a tantos lugares”. En ocasiones, el éxito depende más del esfuerzo y la experiencia que de los recursos disponibles. Lo más importante es persistir, no rendirse a la mitad.

Diversas oportunidades laborales

Antes de empezar un proyecto, es fundamental decidir lo que se quiere alcanzar. ¿Qué tipo de proyecto se va a hacer? ¿En qué forma se va a trabajar? ¿Se va a trabajar como freelance, para una empresa, en coworking o en solitario?

Existen muchas opciones para quien decida enfocar su carrera profesional a la producción audiovisual, pero es importante tener en cuenta que, para tener éxito, hay que unir los intereses con lo que se quiere alcanzar y con el plazo para hacerlo.

Según Florencia, hay proyectos a corto, mediano y largo plazo. Además, hay unos a los que se llega y no se sabe cuándo se va a salir. Ella conoce principalmente el entretenimiento y la publicidad, ámbitos en los que ha trabajado.

“En lo que es entretenimiento hay cortometrajes, series, videoclips, cine, y dentro de cada uno se encuentra la variable de duración de ese proyecto. Vamos a tener proyectos largos, cortos o de plazo indefinido. Lo último, es de qué forma se va a interactuar en ese proyecto”.

Por esto, antes de emprender un trabajo, es necesario analizar todas las variables y realizar cronogramas que aseguren el orden, y por lo tanto, faciliten su terminación.

El equipo de trabajo no es solo el software

Para Sebastián, que tiene más de 10 años de experiencia en el mercado audiovisual, lo más importante no siempre son los programas de edición. Es importante conocer los procesos alrededor del oficio, no solo lo que implica la labor del realizado, sino el del resto del grupo de trabajo.

“Tengo que entender cómo funciona el mercado. Cuando termino de animar y envío eso a ligthing o a render tengo que saber qué pasa. Esa experiencia solo se gana con el tiempo”.

Ellos dividen a los realizadores en tres categorías profesionales: junior, intermedio y senior. Cada una se define según el tiempo de experiencia en el oficio, menos de 2 años, entre 2 y 6 años y más de 6 años respectivamente.

Estas categorías dependen también de otros factores como la capacidad técnica, la autosuficiencia o los tiempos de trabajo; sin embargo, para Sebastián, es la variedad de proyectos la que va a dar la inteligencia y la experiencia para decidir cómo se va a trabajar en el futuro.

Semproni asegura que a la hora de hacer un proyecto audiovisual no solo es importante escuchar, también hay que preguntar. Afirma, además, que a veces, el dinero no es el recurso más importante para sacar un producto, sino también la experiencia, un buen equipo de trabajo y un buen contenido.

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