En Itagüí los candidatos pagan para que voten por ellos
La compra de votos es común en Itagüí. Los candidatos ofrecen desde $10 mil hasta $500 mil pesos, además de regalos, mercados, almuerzos y promesas que no se sabe si van o no a cumplir.
Por Tatiana Barbosa
ebarbosa@eafit.edu.co
En el parque principal de Itagüí había poca gente a medio día del domingo 25 de octubre. Jorge Duque, Darío Cárdenas, Alonso Gil e Ignacio Restrepo, eran algunos de ellos y nos contaron sus opiniones sobre las votaciones.
Duque afirma que le han ofrecido más de 100 mil pesos para que vote por algún candidato, incluso dice que cuando votó por el alcalde actual se ganó 500 mil pesos: “me dijeron que me daban 250 mil en ese momento y otros 250 cuando votara.
Cárdenas, por ejemplo, esperaba que hoy le pagaran por su voto. Señaló que a eso de las 3:30 p.m. siempre salían ayudantes de los candidatos a buscar gente. Su experiencia le sugirió esperar hasta el final para ganar algo de dinero: “A mí ya me han comprado el voto tarde”.
Según estos cuatro pensionados, en estas elecciones hubo mucha más corrupción: “uno de los candidatos pagó mucha plata por votos y por poner propaganda en las casas. Ojalá que si queda, no robe tanto porque luego nos sacan el triple con los servicios públicos que pagamos”, afirmó Duque.
La vivencia de las elecciones en el siglo pasado
Colombia, a comienzos y mediados del siglo anterior solo tenía dos partidos políticos: `godos´y `manzanillos´, o conservadores y liberales. En esos momentos se votaba con tinta. Los dedos índices quedan manchados de rojo o de azul y la honestidad de los jurados era suficiente para que el pueblo aceptara al ganador.
Sin embargo la compra de votos ha sido un factor constante en los procesos electorales. Según Cárdenas, «el ‘premio’ por haber votado por el candidato de cierto partido, liberal o conservador, era un almuerzo en una carpa y a veces cuando estábamos muy de buenas, un pequeño mercado».
Para Restrepo, los padres de familia educaban a sus hijos para que supieran por quién votar, de acuerdo con las propuestas del candidato: les gustaban los que dijeran que iban a sacar a los pobres adelante y que valoraran a los trabajadores. Afirma además que en esos tiempos las personas “no se dejaban comprar y no les importaba si se ganaban enemigos. Mi mamá siempre tenía una escopeta en la casa para protegernos y si le tocaba sacarla no importaba, pero defendía sus intereses”.
En este municipio, que tiene más de 250 mil habitantes, se espera que la mayoría de los inscritos para votar no se hayan dejado llevar por esta dinámica de compra de voto y haya una verdadera democracia.
