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El posconflicto también es ambiental

El proceso de paz con las FARC, además del paquete de medidas que tienen que ver con la restitución de tierras, desmovilizados y víctimas, pasa también por la restauración ecológica.

Por: Nicolás García Trujillo – ngarciat@eafit.edu.co

Los Montes de María serán ahora Bosques de Paz. También el corazón de la Amazonía en Mitú. Como parte del posconflicto ambiental, se sembrarán en Colombia más de ocho millones de árboles de especies nativas como tributo a las víctimas del desplazamiento y el conflicto armado.

Y es que con la firma de la Paz con las FARC también ganará el medio ambiente y los ecosistemas nacionales. Así lo explicó el ministro de Medio Ambiente, Luis Gilberto Murillo, en una conferencia que tuvo lugar en la Universidad EAFIT de Medellín.

Según las declaraciones del ministro, el posconflicto ambiental pasará por tres etapas: un desarrollo normativo, el proceso de incorporación de exguerrilleros en programas medioambientales y una fase de implementación de las medidas.

En primer lugar, el Gobierno ha decretado ya una serie de ordenanzas en el tema ambiental, entre ellas el decreto para el control de la deforestación, la Resolución 0971 para el registro único de ecosistemas y áreas protegidas, el proyecto de ley sobre el cambio climático, el decreto sobre uso, ocupación y tenencia de parques nacionales naturales y el proyecto de ley forestal. Además, hay otra normativa en discusión, como el acto legislativo para la modernización del Sistema Nacional Ambiental, SINA.

La fase de reinserción incluye capacitaciones en el SENA para más de quinientos excombatientes de las FARC para que participen en los procesos de restauración, monitoreo, protección, control, vigilancia e investigación en los parques naturales y los Bosques de Paz. Además, el gobierno firmó un convenio con el Ejército para la implementación de viveros y el manejo de residuos sólidos.

Por último, el proceso de implementación tiene como objetivo la creación de los Bosques de Paz y de otros espacios para generar estrategias de conservación y reconciliación con el medio ambiente. Estos bosques, que empezaron a sembrarse en agosto de 2016, contarán con guardianes de paz -excombatientes de las FARC–, quienes contribuirán en la siembra de árboles para honrar a las víctimas del conflicto armado junto con los habitantes de áreas afectadas por la guerra. El proceso de restauración también incluye el programa Guarda Bosques Corazón del Mundo, en los que participarán las comunidades indígenas para intentar reducir la deforestación en zonas como la Amazonía, el Pacífico y la Orinoquía.

Según el ministro de Ambiente: «el tener estos árboles con el nombre de cada víctima y adoptados por la comunidad global garantiza que haya memoria».

Los avances de la administración Santos en materia ambiental

Además de las medidas ambientales que vienen con el proceso de paz, la presidencia de Juan Manuel Santos ha hecho un aporte importante en materia de restauración ecológica. En primer lugar, restableció el Ministerio de Ambiente como uno independiente del de Vivienda, lo que según Murillo ha permitido generar acciones como la regulación de escombros y residuos y la expedición del Decreto 415 que consiste en un plan de manejo especial para la biosfera marina Sea Flower, la reserva natural ubicada en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

Además, el Ministerio prepara un marco de acción a largo plazo, con políticas enmarcadas en el crecimiento verde, el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible, los Acuerdos de París, el ingreso a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la implementación de los acuerdos de paz.

Para lograr estos objetivos, Murillo explica las cinco estrategias que permitirán la conservación ecológica en el país: medidas para mitigar el cambio climático, conservar las fuentes hídricas y detener la explotación de los páramos; declarar áreas protegidas para la conservación y uso de la diversidad; restaurar y recuperar los ecosistemas degradados y producir y consumir de manera sostenible. Todo esto incluido en el Plan Nacional de Restauración Ecológica. Igualmente, el ministerio pretende fomentar el diálogo con la ciudadanía, modernizar y fortalecer el Sistema Nacional Ambiental (SINA), y propiciar la participación activa del sector privado.

Pero legislar no es suficiente

De nada sirven una gran cantidad de normas si no hay una auténtica adopción de hábitos sostenibles por parte de los cuidadanos. Gustavo Wilches Chux, experto en gestión del riesgo de desastres, cambio climático y desarrollo sostenible, asegura que el hombre debe dejar de lado su lógica etnocéntrica y adquirir una ética biocéntrica, en la que sea consciente de que su calidad de vida depende de las relaciones con otras especies.

Porque los recursos hídricos, las montañas y los páramos también tienen derechos y su vulneración es la causa de muchos desastres naturales: detener el flujo del agua es el origen del colapso de las represas, levantar barrios de invasión en las laderas es una de las causas de los deslizamientos. De ahí que en países como Nueva Zelanda el río Whanguani se haya convertido en persona jurídica, lo que significa que tiene derechos y deberes. Y si alguien le hace daño, deberá responder como si le hiciera daño a una persona de la tribu que lleva el mismo nombre, una medida que ya comienzan a plantearse otros países.

El pueblo arhuaco recibió primeras 500 hectáreas de Sierra Nevada para plan Guardabosques Corazón del Mundo.

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