El defensor de las chuchas
“Las zarigüeyas no son ratas… son marsupiales”. Con esta frase, Francisco Javier Flórez Oliveros encabeza su campaña de conservación de las zarigüeyas en Medellín y su área metropolitana.
Por Susana Panesso Vélez
Era una noche de lluvia. Francisco salía de dictar clase y conducía su vehículo en medio de la tormenta. Al lado de la vía vio cuatro zarigüeyas muertas: la mamá con sus tres cachorros. Habían sido arrolladas al intentar cruzar la carretera. Al presenciar esta escena, Francisco reflexionó: “¿qué voy a hacer para cambiar este mundo y las concepciones erradas que tenemos los seres humanos?”. Después de esto se convirtió en defensor de las zarigüeyas, también conocidas como “chuchas”.
Francisco es ingeniero forestal, trabaja como profesor en el SENA (Servicio Nacional de Aprendizaje), es una autoridad ambiental del Área Metropolitana y es el administrador del grupo de Facebook “Chuchas, Zarigüeyas y Marsupiales”. Dice que su amor por los animales se lo infundió su papá.
Flórez Oliveros comenzó a investigar las zarigüeyas y se dio cuenta de que, aunque son marsupiales, la mayoría de la gente las relaciona con las ratas. Cuenta que para entender estos animales hay que hacer una relación con el canguro. Los marsupiales son mamíferos que se caracterizan por tener en el estómago un marsupio (una especie de bolsita) en el que cargan sus crías. Estas especies son originarias de Oceanía. Es por esto que el único marsupial que encontramos en América es la zarigüeya.
Chuchas on-line
El grupo de Facebook “Chuchas, Zarigüeyas y Marsupiales” se creó hace menos de un año y ya tiene más de 6.800 miembros de seis países diferentes. Este grupo busca generar conciencia en torno a estos animales, su bienestar y su conservación. En él, sus miembros reportan crías huérfanas, individuos atropellados y lesionados. De esta manera pretenden que estos animales sean rescatados y entregados a la autoridad ambiental.
¿Qué debe hacer una persona que se encuentra un cachorro de zarigüeya huérfano o lastimado?
“Lo primero es contactar a las autoridades ambientales y reportarlo en el grupo para que nosotros podamos darle indicaciones de cómo alimentarlo y cuidarlo hasta que lo recojan”, responde Francisco.
¿Cuáles son esos cuidados básicos?
Lo más importante es hidratar al cachorrito. Recomendamos un licuado de leche deslactosada con hojuelas de almendra, dos o tres gotas de miel y un poquito de clara de huevo. Esta mezcla se le suministra al animalito, ya sea con una jeringa o un gotero, 2 o 3 centímetros cúbicos cada dos horas. También es importante limpiar con agua las heridas en caso de que se presenten y cubrir a la zarigüeya con una manta para evitar una baja de temperatura.
Francisco aclara que aunque promueven el rescate de animales en condiciones de peligro, se rechaza la adopción de estas especies. “En el grupo hay un mensaje muy claro y es la no tenencia de fauna silvestre”, dice.
“Las zarigüeyas son buenas”
A pesar de ser vistas como animales “repugnantes” y “olorosos”, las zarigüeyas cumplen funciones importantes dentro del ecosistema: “Son dispersoras de semillas, se comen los frutos y luego los depositan para cumplir una función de reforestado. Son un control biológico de especies como arañas, alacranes, serpientes e insectos plaga”.
Las chuchas no representan beneficios solo para nuestra biodiversidad, sino para el ser humano. Investigaciones de la Universidad Nacional y de la Fundación Universitaria Agraria de Colombia apuntan a que la sangre de las zarigüeyas tiene un “poder neutralizante” frente a parásitos que causan en el hombre la leishmaniosis y el mal de Chagas.
Además, las zarigüeyas son fósiles vivientes. Se calcula que han habitado la tierra por más de 60 millones de años durante los cuales se han vuelto inmunes a algunos parásitos, entre ellos el de la leishmaniosis. Esta inmunidad se da porque la chucha tiene un grado menos de temperatura corporal que los humanos, lo que impide al parásito encontrar condiciones óptimas para la reproducción, neutralizando así el efecto de este.
El escuadrón de las zarigüeyas
Después de un año de trabajo con zarigüeyas, el grupo conformado por Camilo (abogado), Beatriz (socióloga), Carolina (bióloga), Juan Felipe (médico veterinario) y Francisco Javier (ingeniero), crearon la fundación Fundzar. Esta pretende educar en la conservación de la especie por medio de proyectos, videos informativos y actividades de concientización.
Dentro del contenido interactivo del grupo se encuentra el producto multimedia para niños “La Zarigüeya Robertina”, y un video realizado con el apoyo de Telemedellín y EPM que se llama “Zarigüeyas”.
Si bien han sido muchas las personas que se han unido a la causa y muchas otras se han concientizado de la importancia de las zarigüeyas, para Francisco Javier el mayor logro ha sido el aprendizaje que ha obtenido de estos animales. El “defensor de las chuchas” destaca la gran capacidad de adaptación de la especie, que le ha permitido sobrevivir a todos los cambios naturales y artificiales que ha sufrido la tierra en los últimos 60 millones de años. “Es esta adaptabilidad de chucha la que deberíamos aprender de estos animalitos, junto con el buen instinto maternal”, dice Flórez.
En su discurso, Francisco logra dejar algo muy claro: “Aunque no queramos al animalito –el que sea que fuere– porque nos parece feo, desagradable o nos da miedo, debemos respetarle la vida”.