El arte periodístico: innovación, creatividad y dinamismo
Revista Anfibia y Casa Sofía de Argentina son los promotores de una iniciativa que han llamado «periodismo performático», que convoca a artistas, periodistas y fotógrafos para proponer una unión entre arte y periodismo.
Se trata de proyectos que vinculan una buena estructura narrativa y una investigación sólida e innovadora con elementos artísticos que buscan interpelar la sensibilidad de la audiencia.
Por Santiago Duque Jiménez – sduquej2@eafit.edu.co
«La palabra ya no tiene el poder» es el eslogan que resume la estrategia implementada por el Laboratorio de Periodismo Performático, que busca que el arte y la labor periodística se complementen para ofrecer una nueva alternativa de información, que comparte la investigación periodística con expresiones artísticas.
Sebastián Hacher, periodista, escritor y fotógrafo argentino, y Sol Dinerstein, licenciada en arte, cine y teatro, invitados del Festival Gabriel García Márquez de Periodismo, llevado a cabo en Medellín entre el 3 y el 5 de octubre de este año, apoyan esta iniciativa en pro de la diversidad de la palabra.
¿Cuántos proyectos eligieron de la convocatoria «La palabra ya no tiene el poder»?
Sol Dinerstein (SD): «Se hizo una selección previa de los proyectos en los que se destacaron seis por su innovación, puesta en escena o por lo ambiciosos que eran. Durante la preselección se consideró que estuvieran representados los temas de mayor influencia en la actualidad».
¿Cuáles son las propuestas elegidas?
SD: «Voces disidentes, Laberintos de cristal, Micropolítica de la supervivencia gorda, Surdelta, Sinfonía big data, Con toda la muerte al aire.
Voces disidentes: Mateo Corrá, Regina Scorza, Clara Manterola, Silvia de la Plaza, Beatriz Grafia, Ramiro Ruffini Baz. La performance invita al público a ingresar en un túnel con el fin de hacer oír voces generalmente acalladas o invisibilizadas y de esta manera desatar una puja entre el discurso hegemónico y las voces disidentes por el escenario auditivo.
Laberintos de cristal: Daniela Camezzana y Clara Tapia. La performance hace foco en los movimientos de las mujeres para encontrar su lugar dentro del Poder judicial. La acción propone la aparición de performers en lugares vinculados a la formación del poder judicial con un cometido: interrumpir en el paisaje cotidiano, hacer evidentes los límites invisibles.
Micropolítica de la supervivencia gorda: Ana Larriel y Rocio. Esta performance comparte visiones, porciones y fragmentos de cuerpos gordos sobreviviendo en un sistema neoliberal magro. Trae voces, genera representaciones, jaquea palabras y hace intervenciones que buscan habilitar nuevas formas de recorridos deseantes sobre los cuerpos y nuevas formas de ser gordo en el mundo.
Surdelta: Myriam Selhi, Lucrecia Estrada, Tutanka y Santiago Galar. Un proyecto que une el arte urbano, el periodismo y las ciencias sociales. El arte urbano es su lenguaje, las redes sociales y las calles son el territorio donde se disputa el discurso público.
Sinfonía big data: Colectivo Dominio Público (CDP). Es un performance que cuestiona los modus operandis de la manipulación y la construcción de subjetividades. Este fenómeno se posibilita en el marco de una tensión entre libertad y control que caracteriza nuestros entornos materiales y virtuales.
Con toda la muerte al aire: María Eugenia Cerutti y Alejandro Marinelli. Una instalación performática que reconstruye un reconocido feminicidio de 1955 en Argentina, desparramando las partes de la víctima en tres puntos de la ciudad; esta iniciativa invita a sumergirse en el relato y en las ambigüedades que rodean a todo acto de violencia».
¿Qué significa para el periodismo decir “la palabra ya no tiene el poder”?
Sebastián Hacher (SH): «El lema “La palabra ya no tiene el poder” genera diferentes posiciones controversiales entre los clásicos literatos y las nuevas generaciones; pero esta sociedad tecnológica en la que imperan las imágenes y lo sensorial hace que la palabra deje de estar en el centro y que se socialice mezclándose con otras maneras de contar».
Teniendo en cuenta que la palabra no es la única protagonista, ¿qué debe reflejar una noticia?
SH: «Lo importante en la actualidad de la noticia es que quien la narra y quienes la escuchan puedan reflejarse en ella. Hoy, la noticia y un apoyo para la palabra se convirtieron en el centro del mensaje».
¿La palabra ya no tiene el poder o lo comparte?
SH: «La palabra comparte el poder con una multiplicidad de sentidos y elementos del lenguaje que conviven con la interacción humana, y se complementa con imágenes, sonidos, sensaciones, obras de arte, algoritmos que forman un lenguaje complejo del cual se tiene que dar cuenta».
¿Qué buscan lograr con el periodismo performático?
SD: «En general, el periodismo performático no busca una solución a las deficiencias de la comunicación, solo pretende profundizar ese camino que ya está en marcha, pensar la comunicación como un artefacto mutante y capaz de crear, y en esta oportunidad recurre al arte para encontrar herramientas que le permitan construir esos artefactos innovadores».