Donnie Miranda: de la tornamesa a los tocadores de CD
En los años 80, en Medellín se sintonizaba con fuerza 98.9 Veracruz Stéreo. En esa emisora, la audiencia escuchaba a un hombre simpático que informaba de todas las novedades musicales que llegaban a la ciudad.
Se llama Wingate Donald Stuart Miranda Sturrock y es más conocido como Donnie Miranda: un veterano que abrió caminos en la radio juvenil antioqueña.
Por Sara Leyva Bernal
bitacora@eafit.edu.co
En 1964 Donnie Miranda se encontraba en un internado en Escocia (Reino Unido), donde un amigo le prestó un radio y empezó a escuchar Radio Luxemburgo, que transmitían las nuevas canciones e informaba de todo lo que estaba pasando en el exterior. Luego, cuando llegó a Colombia, este hombre comenzó a escuchar Radio Ritmos: “La radio para mí siempre la he considerado como un hobbie que se convirtió en un trabajo, pues le pagan a uno por hacer lo que más le gusta”.
Al llegar de Escocia, Donnie se encontró con su amigo Óscar “Tito” López, quien trabaja actualmente en Blu Radio. Ambos, en 1978 empezaron a hacer programas caseros de radio. Afirma que comenzaron en Emisoras El Poblado cuando llevaron el piloto de un programa y el director de la emisora les ofreció hacerlo en vivo.
“A Tito y a mí nos tocó aprender a manejar consolas. No sabíamos pero nos encarretamos mucho con el cuento”, asevera Miranda.
¿Cuál fue la primera emisora en la que trabajó?, ¿en cuáles ha trabajado?
“La primera en la que trabajamos Tito y yo fue Emisoras El Poblado. Luego estuvimos en La Voz de la Música, en Radio Ya, más tarde en Radio Bolivariana; también en Estelar FM, Musicar FM. Luego saltamos a La Voz del Cine, en Radio Disco ZH y luego en Veracruz Stéreo. También estuve como coordinador en Bésame. Y por último trabajé en W Radio”.
¿Qué roles ha desempeñado en la radio?
“He sido productor, programador, locutor, coordinador, también grabador… todos los cargos por los que uno pasa en la radio. También me ha tocado trabajar con agencias de publicidad, hacer textos para las cuñas, grabar, musicalizar… en un tiempo también hice jingles (cuñas cantadas). En la radio he hecho muchas cosas, he escalado mucho”.
Veracruz toda una experiencia
¿Cómo fue su experiencia en Veracruz Stéreo?
“Comenzó el 4 de julio de 1984. Yo creo que es lo mejor que me ha pasado porque en esa época no había tantos distractores, no habían computadores, no existía tanto cable. Mejor dicho, a usted le tocaba escuchar Veracruz Stéreo en ese momento.
Aparte de eso, desde Estados Unidos nos enviaban toda la música que entraba al Hot One Hundred Billboard, que son las 100 canciones que más se vendían en una semana, y desde Escocia mi tío enviaba las primeras 10 canciones de Inglaterra, entonces siempre tuvimos un banco musical muy bueno.
Fue una época donde la música era demasiado buena. Como se darán cuenta, esa música de los 80 sigue gustando: tuvimos a Michael Jackson, Madonna, Guns and Roses… En los 90 fue entrando la música alternativa y la música hip hop, R&B y rap”.
¿Cuál ha sido su mejor entrevista en radio?
“Creo que la mejor entrevista en radio que tuve fue cuando pudimos hablar con Glenn Medeiros, un cantante que tenía una canción pegada en la radio llamada Nothing gonna change my love for you.
Resulta que nosotros habíamos invitado al programa Despiértese con Veracruz a alguien que cantaba igual a Glen y dijimos que él estaba en vivo en el estudio. En menos de 45 minutos llegó gente, tumbaron la puerta de la emisora, yo le dije ‘váyase de aquí mijo que nos van a matar por mentirosos’.
Me tomé tres días para conseguirme el número telefónico y hablar con él personalmente y hacerle una entrevista de verdad, cosa que ya la gente no nos creyó. Pero fue una entrevista de las mejores, fue atrevida, charra y muy bacana”.
De lo análogo a lo digital
¿Cómo editaban antes los audios para transmitir los programas?
“Los audios antes se grababan en casete o en un minidisk, pero por lo general se utilizaban cintas magnefónicas: son como una caja que tiene una cinta vacía y otra cinta como un casete, que es la cinta en si magnefónica, es un poquito más grande; entonces era a través de una consola o grabadora de cintas… eso era un camello durísimo que quitaba demasiado tiempo”.
¿Cómo fue el cambio de la radio análoga a la radio digital?
“Fue un cambio paulatino, Tito y yo viajamos a NAB (National Association Broadcasting) que es un congreso del tamaño de tres estadios de fútbol donde uno ven únicamente equipos de radio y televisión, emisoras ya formadas donde uno se puede sentar y aparentar que está en una emisora en tiempo real hablando con ingenieros. Y trajimos una cantidad de catálogos, de revistas.
Nos sentamos con el ingeniero de Colombia y dijimos: este transmisor es bueno, ya las tornamesas no se están utilizando, los cambiamos por tocadores de CD. Uno escuchándose en FM con ese sonido tan espectacular, envidiable”.
¿Cómo se asesoraron para manejar los equipos en el momento de este cambio?
“Nosotros llegamos con muchos catálogos, entrevistas filmadas con ingenieros. Recurrimos a un ingeniero que nos ayudó, también entre todas las directivas aprendimos a utilizar los nuevos equipos”.
¿Qué fue lo más difícil de parar de la radio análoga a la radio digital?
“Obviamente lo que llamamos nosotros la biblioteca, es decir, conseguir primero la música, conseguir que cada una de las casas disqueras nos la mandaran con el mejor sonido posible.
Entonces cambiar cada una de las canciones, que generalmente se tiraban en discos de 45 revoluciones por minuto, pasarlos para meterlos a un computador o a un CD, tenía que ser óptimo.
Eso duró mucho tiempo. Uno podía grabar en un día alrededor de 10 u 11 canciones bien grabadas para ir renovando esta biblioteca, la parte musical y las cuñas”.
¿Qué cambios ha visto en la locución y ejecución de los programas radiales?
“Esto ha cambiado mucho porque uno antes para poder ser locutor tenía que presentar dos exámenes: el primero era escrito de conocimientos generales; si uno pasaba iba a un examen de lectura donde le aprobaban si su voz servía, si su voz era para ser locutor de una emisora musical, para noticias, etc.
Antes era un asunto más profesional, ahora cualquiera puede hacer locución. Anteriormente en los programas de radio se dedicaba más tiempo. Ya la radio pasó de ser un hobbie a ser un trabajo común y corriente”.
La transición de la radio análoga a la radio digital, ¿cómo cree que afectó a la audiencia?
“Bueno, sobre todo en la parte FM creció mucho la audiencia porque no hay nada más rico que escuchar una buena canción con un excelente sonido. En la parte de AM el sonido siguió siendo igual, la calidad un poco más baja y con el cambio a lo digital ya no se le entraban los tales grillitos.
La audiencia creo que creció, pero no tuvo un crecimiento mayor porque en esa época la gente empezó a comprar CD o a bajar música de Internet. Hasta ese momento, la radio era una obligación de escucharla”.
Después de 34 años en los que Donnie Miranda estuvo dedicado a la radio, actualmente se encuentra trabajando en compra y ventas de acciones. Sin embargo, lo único que hace en radio es un pequeño segmento llamado Un día como hoy en la emisora Ondas de la montaña, que se transmite de lunes a viernes, donde habla sobre lo que sucedió en una fecha similar, siempre enfocado en la historia de la música.