Un grupo de jóvenes recorre en bicicleta los caminos más agrestes de la topografía antioqueña. ¿La razón?, decidieron volver su afición por el ciclomontañismo una manera divertida de practicar deporte cada semana.
No son expertos ciclistas ni deportistas de alto rendimiento: son amigos con edades entre los 16 y los 26 años. En su vida cotidiana estudian y ejercen diversas profesiones y tienen en común su pasión por el ciclomontañismo, un deporte que practican como un pasatiempo.
Todos los domingos recorren diferentes rutas. En lo que va del año ya han transitado por las más difíciles trochas de municipios y corregimientos de Antioquia como Amagá, Angelópolis, Caldas, El Retiro y Rionegro.
Son 11. Sin embargo, el grupo puede aumentar porque cada uno invita a sus amigos a unirse. Para ellos esta actividad no es solo de carácter deportivo sino también social.
Ellos desafían la falsa creencia de que para entrenar es necesario pagar costosos gimnasios: hay alternativas diferentes y económicas.
Usted no haga parte del 6% de la población que muere anualmente en el mundo por causa del sedentarismo. Encuentre, como estos jóvenes, opciones diferentes que le permitan realizar actividad física y vivir una vida más saludable.
El tramo elegido para el último domingo de febrero de 2016 fue desde San Félix, corregimiento de Bello, hasta el municipio de San Jerónimo. Esta ruta es muy popular entre los ciclomontañistas y es denominada “de largo aliento”.
Es puro descenso y las dificultades técnicas del terreno son moderadas: hay que recorrer rocosos, escarpados y empinados caminos monte abajo.
El corregimiento San Félix está conformado por las veredas El Carmelo, Sabanalarga, La Unión, La China, Cuartas, La Palma, Cerezales, El Tambo y Ovejas. Se ha convertido en un destino popular entre deportistas y turistas. Allí, además del ciclomontañismo, se practican actividades como el parapentismo, caminatas ecológicas, motociclismo y rappel.
Nicolás Ortiz y Jessica Castaño no han dejado de asistir un domingo a las rutas ciclísticas desde que se instauró el grupo a comienzos de 2016.
Nicolás dice que lo que para muchos puede ser aburrido, para él es un estilo de vida. Ya no fuma, no toma bebidas alcohólicas, ni trasnocha; quiere estar en óptimas condiciones para sus salidas dominicales: “Desde que empecé me siento más sano, con más energía y mucho más feliz”.
Desde San Félix hasta la vereda Ovejas hay ocho kilómetros de distancia y el trayecto en bicicleta dura 55 minutos. Aquí se realizó la primera parada de descanso. En una tienda los ciclistas tomaron agua, comieron y recargaron energías.
“Realizar ejercicio regularmente tiene muchos beneficios, principalmente reduce la posibilidad de contraer enfermedades como la depresión, la diabetes, la obesidad, la hipertensión, la cardiopatía coronaria y los accidentes cerebro vasculares”, explica el médico deportólogo Carlos Alberto Restrepo.
De San Félix hasta San Jerónimo hay 30 kilómetros. El trayecto en bicicleta dura unas cuatro horas. En este recorrido los ciclistas quemaron más de 2.000 calorías.