Cultura, conocimiento y mucho arte en el Festival Granadino de Teatro
Este año, este tradicional evento de las artes escénicas en Antioquia fue dedicado a Farley Velásquez, director y fundador del grupo de teatro Hora 25, quien aparece en la foto superior en su presentación de Ensayando a Shakespeare durante el Festival de 2014
Por Edy Yazmín Giraldo Aristizábal
egiral40@eafit.edu.co
Con invitados de Medellín, El Carmen de Viboral, La Ceja, Marinilla, El Peñol y dos obras de grupos locales, Granada -un municipio del Oriente antioqueño- celebró el 26º Festival Granadino de Teatro del 26 de septiembre al 2 de octubre.
El Festival “es el evento cultural más importante en el municipio. Busca y convoca a la comunidad. Además, es uno de los más antiguos a nivel nacional y ha tenido mucha trascendencia regional”, asegura Didier Giraldo Hernández, director de la Casa de la Cultura Ramón Eduardo Duque, entidad organizadora. El evento cultural es patrocinado por las cooperativas Coogranada y Creafam, así como por la administración municipal.
Este año, las obras fueron presentadas en el aula múltiple de la Institución Educativa Jorge Alberto Gómez (Inejago), a las 7 de la noche. Hubo una comparsa inaugural que contó con la participación de los estudiantes de diferentes grupos artísticos de la Casa de la Cultura y algunos artistas invitados. Este desfile llenó las calles de música y color.
“El Festival de Teatro es lo mejor que se hace aquí. Uno se instruye, se entretiene, aprende a ser culto”, dijo Daniela López, una de las asistentes.
El encargado de abrir el Festival fue Tespys, un grupo del Carmen de Viboral, con la obra Pervertimiento. El domingo 27 de septiembre se presentó Teatro y Títeres La Carreta, de La Ceja, con Desequilibrios.
“Del Festival es importante resaltar la calidad de las obras, están muy bien preparadas y los artistas, cualificados. La escenografía fue excelente, hubo mucha participación de niños y jóvenes”, aseguró la hermana Luz Omaira Ramírez, actriz de Farsa y justicia del señor corregidor.
El lunes fue la obra Corazón de lana, de Mantequilla Amarilla la Derretida, de Medellín. El martes se presentó un grupo de Granada con la obra El Monte Calvo. El miércoles, Gigantes de Marinilla con Terapia. Y el jueves 1 de octubre, Encarte de El Peñol, con Medea.
El viernes, Los Profes, grupo local, presentaron Farsa y justicia del señor corregidor. Esta función fue especialmente para estudiantes de Inejago en marco de la celebración del Día del Alumno. La obra fue dirigida por Carlos Osorio, coordinador del Festival y profesor de la Casa de la Cultura. La trama mostró lo injusta y parcial que puede ser la justicia.
“Llevábamos alrededor de tres meses montando la obra con este grupo de profesores que, por su profesión, se encuentran muy ocupados; pero la sacamos adelante”, manifestó Osorio.
El grupo Los Profes, del municipio de Granada, presentó la obra Farsa y justicia del señor corregidor. / Foto Alexander Giraldo Aristizábal
Homenaje
La versión de este año se celebró en memoria de Farley Velásquez, director y fundador del grupo Hora 25, quien falleció el pasado 1 de septiembre, a los 49 años.
“Se decidió hacer un reconocimiento a este artista porque fue uno de los impulsores del Festival desde sus inicios, participó con su grupo en varias versiones, ayudó mucho a pesar de todo el tema de la violencia que tuvimos que enfrentar, era muy cercano a nosotros. Por otro lado, él es una de las figuras más sobresalientes del teatro a nivel nacional”, comentó Giraldo.
El Festival celebró este año la 26º versión que, en realidad, debería ser la 28º. En el año 2000, cuando ya todo estaba organizado, tuvo que cancelarse por un ataque de la guerrilla al pueblo. Tampoco en el 2001 fue posible realizarla porque aún la situación no mejoraba.
Medea fue la obra que llevó al público el grupo Encarte, del municipio de El Peñol. / Foto cortesía de Granada Estéreo.
Tiempos de esperanza
Granada es un municipio marcado por la violencia provocada por grupos armados ilegales desde 1996. Fue escenario de ataques, masacres, desapariciones y desplazamientos forzados.
El 6 de diciembre del año 2000 hubo una incursión de miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), que duró 18 horas y en la que detonaron un carro bomba. La toma dejó un saldo de 23 civiles y 5 policías muertos, además de un centenar de casas y locales destruidos. Un mes antes, los paramilitares habían recorrido el pueblo y asesinado a 17 personas, según un informe del periódico El Tiempo.
Hoy es un pueblo en tranquilo, de gente trabajadora y que ha sabido salir adelante. Muchas personas han retornado y el campo ha vuelto a surgir, la gente ya no tiene miedo.
Ahora cuentan, por ejemplo, con el Salón del Nunca Más, un espacio en el que se reconstruye la memoria del pueblo durante sus años de más cruda violencia, un proyecto que lucha por la no repetición de aquellos amargos hechos y en contra del olvido.
