«La televisión no tiene que educar a nadie»: Ómar Rincón
Uno de los más ácidos críticos de la televisión colombiana dice que la TV del país es muy buena en géneros y formatos, y muy mala en investigación y periodismo.
Por Andrés Felipe García Álvarez
agarci35@eafit.edu.co
Ante la polémica sobre si las novelas sobre traquetos, guerrilleros, hampones y paramilitares deben ser contadas en la televisión, Ómar Rincón, columnista y profesor de la Universidad de Los Andes, sostiene que estas sí deben salir al aire. Sin embargo, asegura que aunque éste no es un medio para educar, este tipo de relatos sí deben ser enfocados desde distintos ángulos, no solo desde el punto de vista de los villanos.
Sobre el fenómeno de las narconovelas, ¿por qué asegura que la televisión no debe educar?
Nosotros somos un país narco hace 50 años y tenemos que contar nuestro síndrome. Me parece que eso está bien. Lo que está mal es que solamente contemos el relato desde los victimarios. Está bien que queramos hablar de Pablo Escobar, Rodríguez Gacha, los Castaño, pero también estaría bien que la contáramos desde los periodistas, la academia, los políticos, las víctimas y los jóvenes. Lo que tenemos es que diversificar el relato.
Las narconovelas tienen una narrativa muy buena: sabemos contarlas, narrarlas y actuarlas, y creo que es un producto nacional que sabemos hacer de una manera única. Es decir, este es un país del narco. Los gringos hablan de Irak y Vietnam siempre, y seguirán haciéndolo; los alemanes del nacismo; los argentinos de las Malvinas y las desapariciones. Nuestra historia es la de la mafia.
¿Cómo cree que se reconoce la sociedad colombiana en la televisión?
Hay otro formato que hemos desarrollado muy bien: las bionovelas. Colombia es un país en el que no tenemos referentes culturales colectivos, sino íconos e ídolos. Contamos la historia del Joe Arroyo, la del Pibe Valderrama y del Tino Asprilla. Lo que tienen estos ídolos populares es que conectan rápidamente con el público.
Si aparece Diomedes Díaz, él es un ídolo que conecta más con los espectadores que la Madre Laura. Todo el mundo sabe algo de Diomedes: una canción, un espectáculo o lo mujeriego que era. Pero no todos saben algo de la Madre Laura. Con estas producciones estamos contando la historia de nuestros referentes.
Tenemos un país de héroes populares. Nos toca asumir que es un país donde este tipo de héroes son los que mandan. Esto genera polémica. Por ejemplo, la vida de Diomedes no fue modélica, pero su música lo convirtió en ídolo.
¿Qué encuentra positivo en la televisión colombiana de hoy?
Cada país tiene la televisión que se merece, pero la nuestra es buenísima en ciertos formatos y géneros: hace muy bien la telenovela y las series. La gente es innovadora. Las narcoseries son espectaculares y todas son de alto impacto mundial. Las bionovelas también son buenísimas y técnicamente es una televisión de primer orden.
Los noticieros nacionales son muy buenos técnicamente, también haciendo directos. Tenemos buenos presentadores y buenos periodistas. Es una televisión que se interesa incluso por el público infantil, por ejemplo en Señal Colombia. En todos estos formatos nos va bien.
¿Y en qué es mala?
La televisión colombiana es malísima haciendo programas de investigación y periodismo. Es malísima para producir documentales. Es perversa pensando y metiendo país: nuestros noticieros son pésimos haciendo país.
Cambiando de tema, ¿Cómo afecta a la sociedad colombiana el retraso de la licitación del tercer canal privado de televisión?
Es mejor que haya tres canales a que haya dos porque hay más trabajo para la gente, hay más competencia, más posibilidad para los comunicadores sociales. Con un tercer canal hay una competencia más sana.
Yo digo que el país necesita más canales porque la industria televisiva colombiana tiende al monopolio. Así, el hecho de que no haya otro canal afecta a la diversidad cultural y a la buena información de los colombianos.
¿Qué opina de la televisión pública en Colombia?
Creo que tiene que dar cuenta de todo lo que falta: lo educativo, lo cultural, lo regional y la diversidad nacional. Creo que Señal Colombia hace muy buenos programas pero no es un buen canal, no está diseñado en su totalidad. Entre tanto, los canales regionales cumplen en el ámbito informativo pero no experimentan con otros campos.
Además, los formatos de la televisión regional siguen siendo programas de entrevistas y creo que por eso fracasan, pues no crean ficción, no crean otras alternativas de programación. Se quedan en lo informativo.